Crowdfunding para la ciencia y la investigación
El crowdfunding, financiación colectiva, financiación en masa o micromecenazgo online es una novedosa estrategia de financiación que ha sido utilizada con éxito para sacar adelante proyectos de distintos ámbitos que de otro modo habrían tenido dificultades para lograr inversores o talento. Las principales novedades del crowdfunding radican en que recurre al ‘colectivo’ y abre un canal directo de comunicación entre los promotores y los mecenas. La difusión del uso de internet y la llegada de la web 2.0, que garantiza una mayor interacción entre usuarios, ha permitido desarrollar el potencial de la financiación y participación colectiva. Descubrimos lo que esta forma de financiación puede ofrecer a la ciencia y la investigación.
VIRTUDES DEL CROWDFUNDING
- Poder de convocatoria: Se basa en una llamada abierta a un número indeterminado de personas para aunar la mayor cantidad posible de intereses, habilidades y apoyos.
- Aportación gradual: Recoge desde sumas de dinero muy pequeñas a otras mucho mayores. De este modo, permite que cada uno se involucre de la manera en que pueda y quiera.
- Premios: Recompensas que pueden ir desde el agradecimiento a obtener lo producido por la iniciativa o tener una parte más activa dentro de ella. El sistema de gratificaciones se fija según el nivel de participación, sirve como incentivo tanto para los promotores del proyecto como para los mecenas.
- Colaboración y comunicación: Abre un canal de comunicación y participación con los creadores del proyecto.
Tres factores fundamentales permiten sostener el potencial del crowdfunding para la financiación y desarrollo de proyectos de ciencia e investigación:
- la necesidad creciente de financiación en I+D;
- la necesidad de dinamizar los sistemas de investigación y
- la existencia de un potencial de apoyo a la ciencia e investigación más grande de lo que pueda parecer y que transciende los canales tradicionales de apoyo a la ciencia, como la financiación pública
Como se pone de manifiesto en el especial de esta revista sobre la situación de la I+D, ésta se caracteriza por una rápida desinversión que ha puesto en riesgo la sostenibilidad del sistema y que ha acentuado una necesidad creciente de recursos.
Un sistema de investigación dinámico permite adaptarse mejor a los cambios y necesidades del entorno. Entre las distintas estrategias para dinamizar los sistemas de investigación se encuentra la diversificación de las fuentes de financiación. Diversificar las fuentes de financiación permite:
- acercar la investigación a las demandas y necesidades de otros sectores y usuarios y
- posibilita afrontar en mejores circunstancias los cambios del entorno al no hacerse tan dependientes de una única fuente de ingresos
Por lo que respecta al apoyo ciudadano a la ciencia, varios hechos muestran que los ciudadanos valoran la ciencia y la investigación y respaldan una mayor inversión en ella.
- Los españoles otorgan un alto nivel de confianza al colectivo científico, que resulta el mejor valorado entre las distintas instituciones y grupos sociales [1]
- Los ciudadanos también se muestras positivos ante un aumento en la inversión en ciencia. Según la encuesta de ‘Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, 2010’, más de un tercio de la población española se muestra partidaria de aumentar o mantener el presupuesto en I+D a pesar del contexto de recortes del gasto público [2]
El éxito de iniciativas como la ‘casilla en apoyo a la ciencia’, que consiguió en aproximadamente un mes casi 300.000 firmas, y otras campañas de apoyo a la ciencia más recientes [3], respalda el potencial del apoyo ciudadano a la ciencia.
La financiación colectiva permite vehiculizar este potencial apoyo a la ciencia y otorgar, a su vez, mayor dinamismo al sistema y proporcionar fuentes de financiación alternativas.
Es cierto que la financiación colectiva es un mecanismo incipiente que no puede, en ningún caso, garantizar la financiación sostenida y sostenible que la ciencia y la investigación requieren en este momento. Sin embargo, que esta novedosa estrategia de financiación online haya sido utilizada con éxito para sacar adelante iniciativas de diverso tipo, como culturales, sociales o políticas, permite ser optimistas a la hora de considerar las ventajas de esta vía alternativa de financiación y de desarrollo de proyectos.
Las principales virtudes del crowdfunding se centran en que:
- recurre al colectivo de ciudadanos. La extensión del uso de internet y la llegada de la web 2.0, que ofrece herramientas que proporcionan una mayor interacción entre los usuarios, ha permitido dar un salto cuantitativo y cualitativo a la financiación y participación colectiva para el desarrollo de proyectos. Ahora internet permite que una llamada abierta logre alcanzar a millones de personas y aunar gente con los mismos intereses y habilidades.
- ofrece una comunicación directa entre los promotores y los mecenas, en este caso, entre la ciencia y la sociedad. La interactividad de la web permite abrir un canal de comunicación y participación directo entre los creadores de las iniciativas y los usuarios, con lo que posibilita que los proyectos se retroalimenten con ideas y sugerencias de los mecenas, al tiempo que ofrece mecanismos para incrementar la transparencia en el desarrollo de un proyecto.
- se basan en el lema ‘lo pequeño es grande’. Ofrecen la posibilidad de una aportación gradual y que cada uno se involucre de la manera que pueda y quiera. Bajo este lema, se busca abrir la participación al mayor número de personas posible, con lo que se logra un apoyo mayor. Parte del éxito de la campaña de Barack Obama en 2008 se atribuye a que utilizó esta estrategia para ampliar la base de pequeños donantes. En lugar de recurrir a gente adinerada que pudiera donar grandes cantidades, su campaña logró llegar a más individuos capaces de realizar donaciones más pequeñas. Con esta estrategia, logró unos 750 millones de dólares provenientes, según sus organizadores, en un 80 por ciento de pequeñas donaciones, inferiores a 200 dólares, y superó con creces a todos sus oponentes [4].
- ofrecen unas recompensas por las donaciones, aunque, como se verá más adelante, no todas las campañas de crowdfunding se basan en los premios
Las recompensas pueden ir desde el mero agradecimiento a obtener el producto producido por la iniciativa o tener una parte más activa en ella. El nivel de gratificación se establece de acuerdo al nivel de participación y sirve como incentivo tanto para los promotores como para los mecenas. Por un lado, los promotores tienen que hacer atractivos sus proyectos y buscar recompensas asociadas a su propuesta que puedan interesar a un público más general y, por otro lado, los mecenas encuentran nuevas formas de vincularse y de contribuir a una iniciativa.
El crowdfunding y el crowdsourcing se muestran como unos vehículos excelentes para constituir y mantener una comunidad 2.0 estable de apoyo a la ciencia y la investigación.
Estos medios aplicados a la ciencia y la investigación permiten apostar por una sociedad innovadora y basada en el conocimiento, por el dinamismo y la diversificación de los sistemas de I+D, por un contacto directo y flexible entre el mundo académico y la sociedad y, en última instancia, por nuevas vías para que jóvenes estudiantes e investigadores saquen adelante sus proyectos en lugar de optar por el exilio científico o por abandonar la ciencia y la investigación por trabajos menos cualificados. Como se ha manifestado, es cierto que, de momento, estos métodos de financiación y participación colectiva son mecanismos alternativos y admitir que actualmente ofrecen estas posibilidades sería llevarse a engaño. Sin embargo, su estado de desarrollo actual tampoco puede impedir ver las posibilidades futuras que estos mecanismos de financiación y participación ofrecen.
Los datos
Según el ‘Crowdfunding Industry Report’ 2012 y 2013, el mercado de crowdfunding está creciendo de forma exponencial [5]. La capacidad de financiación del crowdfunding indica que es un sector joven y pujante, con recaudaciones crecientes. Se estima que en 2012 las plataformas de crowdfunding en todo el mundo recaudaron unos 2,7 billones de dólares, un 81 por ciento más que el año anterior, cuya recaudación se valoró en 1,5 billones de dólares. Se prevé que el dinero obtenido por esta vía llegue a 5,1 billones de dólares en 2013. El número de plataformas también crece anualmente a un ritmo exponencial: aumentó un 38 por ciento de 2007 a 2008, un porcentaje que creció hasta un 60 por ciento entre 2011 y 2012. En ese último año, la cifra final fue de unas 570 plataformas de muy diversa temática y modo de funcionamiento.
Dentro del crowdfunding podemos distinguir cuatro tipos de acuerdo al modo en el que se intercambia la financiación de los proyectos: de recompensas, de donaciones, de préstamos y de propiedad.
En el modelo basado en recompensas el mecenas recibe un premio por su aportación al proyecto que, como se ha indicado anteriormente, puede ir desde el agradecimiento hasta conseguir lo producido por la iniciativa. Se estima que éste es el modelo que mayor número de plataformas utilizan y suele predominar en las especializadas en la puesta en marcha de proyectos creativos.
En el modelo basado en donaciones el mecenas es un colaborador que da su dinero sin esperar ninguna recompensa a cambio y suele hacerlo por afinidad a una causa. Es el modelo más tradicional y suele estar ligado al desarrollo de proyectos en apoyo a determinadas causas sociales.
En el modelo basado en préstamos el mecenas es un prestamista que facilita financiación a un proyecto. Una vez realizado, el mecenas decide si recupera la cantidad aportada, no necesariamente con intereses, o si lo invierte en otras iniciativas. Podría decirse que éste modelo es una versión online de los microcréditos. La plataforma Kiva.org, especializada en financiar proyectos en países en desarrollo, utiliza este modelo.
En el modelo basado en la propiedad el mecenas pasa a ser socio de la iniciativa. Este es un modelo muy interesante para potenciar empresas de nueva creación (‘start-ups’) o para la financiar empresas más consolidadas que necesitan liquidez.
Aunque el número de plataformas basado en el modelo basado en propiedad es relativamente bajo, ha sufrido un crecimiento considerable en los últimos años. Este tipo de plataformas experimentó el mayor crecimiento entre 2011 y 2012, con un 114 por ciento, más alto que el de recompensas, que creció un 79 por ciento en el mismo periodo. Cuenta con el inconveniente de lidiar con una mayor ambigüedad y complejidad legal al tener que formalizar la participación en la propiedad de una empresa de muchos mecenas con instrumentos legales que están pensados más para la regulación de la participación de accionistas de grandes empresas y consolidadas. Sin embargo, nuevos cambios legislativos, como la ‘Jumpstart Our Business Startups Act’ o ‘JOBS Act’, firmada el 5 de abril de 2012 en Estados Unidos, ha facilitado la implantación de este modelo, que se ha convertido en una alternativa para empresas en un entorno de limitación del crédito por vías tradicionales.
Estados Unidos es el país que concentra el mayor número de plataformas de crowdfunding (con unas 199 plataformas en 2012). En Europa, Reino Unido tiene el mayor número (44), seguido de Holanda (29), Francia (28) y Alemania (20). Fuera de Estados Unidos y Europa, destaca Brasil con un número considerable de plataformas (21). De acuerdo a estos datos, España contaba con 14 plataformas en el mismo año.
Esta distribución geográfica de plataformas indica que éstas predominan en países anglosajones donde la cultura de la donación cuenta con una tradición mayor. Sin embargo, éstos son, al mismo tiempo, países donde el uso de internet y el pago a través de la web se encuentra más extendido y son poseedores de una establecida cultura de la innovación. El hecho de que en otros países fuera de este ámbito geográfico este modelo de financiación también esté surgiendo con fuerza permite avanzar que el éxito de este modelo de financiación no responde meramente a cuestiones relacionadas con esta cultura favorable a la donación.
La financiación colectiva se basa en permitir aportaciones de todo tipo, desde las muy pequeñas a otras más considerables. Sin embargo, las cantidades más frecuentes donadas por mecenas no son las más bajas, las menores de 10 dólares. De acuerdo a los datos obtenidos de Kickstarter, una de las plataformas más importantes en volumen de donaciones, la cantidad donada más frecuentemente es 25 dólares [6]. Esto indica que el crowdfunding se basa en lo pequeño, pero no tan pequeño.
Historia
La historia del crowdfunding parte de iniciativas individuales que lograron financiar sus proyectos por medio de la red. Se considera al grupo de rock británico Marillion como el pionero del crowdfunding al recaudar, en 1997, 60.000 dólares para sufragar su gira por Estados Unidos [7]. Posteriormente, este grupo volvería a utilizar este método para financiar con éxito la grabación de varios de sus discos, como Anoraknophobia. Pronto surgieron iniciativas en otras áreas, como en cine. Por ejemplo, en el año 2004, la directora de documentales británica, Franny Armstrong, utilizó este sistema para financiar su película ‘The Age of Stupid’ [8]. En el mismo año, los productores franceses Guillaume Colboc y Pommmeraud Benjamin lanzaron una campaña para financiar su película ‘Demain la Veille’ [9]. En tan solo tres semanas lograron una financiación de aproximadamente 60.000 euros, lo que les permitió rodar su película. En España, el caso más conocido es de ‘El Cosmonauta’ [10], largometraje que utilizó este medio en 2009 para financiarse, para lo que dejó a un lado su idea inicial de realizar un corto por medios tradicionales para hacer un largo por medio de la financiación colectiva y distribución gratuita bajo licencia Creative Commons. ‘El Cosmonauta’ logró mezclar con éxito la retroalimentación de campañas y eventos on y offline y puede servir de ejemplo para implementar mecanismos que permiten desarrollar una campaña de financiación colectiva con éxito.
En torno al año 2000, comienzan a surgir las primeras plataformas de crowdfunding, en las que conviven distintos proyectos que buscan financiación colectiva. Las plataformas de financiación colectiva no sólo sirven a los proyectos facilitándoles tecnología y contactos, sino que permiten a los usuarios elegir entre distintas opciones. En 2000-2001 en Estados Unidos nace ArtistsShare [11], la que se considera la primera plataforma de crowdfunding, destinada a proyectos musicales. En pocos años, le seguirán otras muchas, como Kiva (2005); Sellaband (2006); IndieGoGo (2008); Pledge Music (2009); Kickstarter (2009) y RocketHub (2009), por nombrar alguna de las más importantes. En España, se podría destacar a Verkami y Lánzanos, en 2010, ambas de proyectos creativos, y Goteo, en 2011, sobre proyectos tecnológicos de código abierto.
Las plataformas de crowdfunding pueden diferenciarse de acuerdo:
- al modelo de financiación mencionado anteriormente (recompensas, donaciones, préstamos y propiedad)
- el grado de especialización temática
Hay plataformas destinadas a proyectos creativos, solidarios o tecnológicos y otras más especializadas en, por ejemplo, proyectos musicales. Dado el creciente surgimiento de plataformas podría pensarse que éstas van a ir tendiendo hacia una mayor especialización para adaptarse a público y proyectos más específicos.
- Duración de las campañas
Algunas plataformas establecen un tiempo limitado a las campañas y otras dejan al promotor la iniciativa de establecer los días necesarios para recaudar la cantidad solicitada. Las limitaciones temporales suelen venir determinadas por los mecanismos de pago utilizados y la fecha límite que imponen, dentro de la cual se puede devolver el dinero sin recaer en costes añadidos.
- Porcentaje de cobro por servicios
La mayor parte de plataformas cobra por sus servicios un porcentaje de la cantidad recaudada. Este porcentaje suele oscilar entre un 5 y un 15 por ciento de la cantidad solicitada. En Estados Unidos y Europa las plataformas suelen mantenerse en el margen inferior de este intervalo, probablemente debido a la existencia de una mayor competencia. Algunas plataformas cobran, además, un canon extra por los días en los que el proyecto está activo.
- Fórmula “todo o nada”
La fórmula del ‘todo o nada’, que estipula que las donaciones se cobran si el proyecto alcanza el 100 por cien de lo solicitado, está muy ligada al crowdfunding. Sin embargo, no todas las plataformas recurren a esta fórmula. Algunas establecen un porcentaje mínimo, con el que consideran que el proyecto puede salir adelante, y un porcentaje óptimo, equivalente al 100 por cien. Otras, en cambio, no establecen ningún porcentaje mínimo bien porque se trata de proyectos escalables o proyectos ya en marcha.
- Derechos de propiedad
En la mayor parte de los portales los derechos de propiedad permanecen en manos de los promotores, en parte para evitar posibles problemas derivados de la gestión de derechos de propiedad. Algunas también promueven el uso de fórmulas de acceso libre o menos tradicionales como Creative Commons.
- Plataformas de pago
Algunas plataformas utilizan una única pasarela de pago, como PayPal, mientras que otras recurren a varias.
- Ámbito geográfico
La mayor parte de las plataformas se limitan en su práctica a un ámbito nacional. Las donaciones generalmente se admiten de cualquier parte del mundo, aunque, exceptuando el caso de las plataformas de causas sociales, terminan teniendo un marcado carácter nacional. A la hora de lanzar un proyecto, algunas plataformas solicitan tener una cuenta en el país donde la plataforma esté ubicada, por lo que se acentúa el ámbito nacional a la hora de presentar proyectos.
Iniciativas en ciencia e investigación
Varios proyectos e iniciativas de ciencia e investigación han salido adelante gracias al uso de plataformas genéricas, no especializadas en este tipo de proyectos. Entre ellas, cabría destacar el caso de Mary Maxwell, que utilizó la plataforma estadounidense Kickstarter para financiar su investigación sobre polución en el océano. Consiguió un total de 5.000 dólares con los que financió un viaje desde las Bermudas a las Azores y el coste de los sedimentos para el análisis de tejidos [12].
De esta experiencia pueden derivarse algunas lecciones valiosas para tener éxito en una campaña de crowdfunding para proyectos de este tipo. Su investigación trataba de un tema interesante para el gran público, como la polución marina, pero también supo utilizar esta fortaleza presentando un proyecto sencillo y claro. También recurrió a un material visual que lograba sensibilizar a la gente, como una foto en la que se veía como la concha de una tortuga había crecido sobre una pieza de basura plástica. Al mismo tiempo, sus gratificaciones resultaban atractivas al mezclar recompensas visuales, materiales e interactivas. Por aportaciones superiores a 200 dólares se proporcionaban fotos del proyecto, material de campo, resultados, un vídeo y consejos sobre las acciones que pueden llevarse a cabo para solventar el problema de la polución marina. Otras iniciativas científicas han seguido la estela de Mary Maxwell utilizando plataformas genéricas.
Otro hito en el crowdfunding científico lo constituye la iniciativa de Jai Ranganath y Jarret Bynes, que lanzaron el proyecto SciFund Challenge para convencer a unos 100 científicos a que presentaran proyectos de 1000 dólares o más con el propósito de aprender de las técnicas de financiación de la ciencia por medio del crowdfunding [13]. Esta propuesta partió de Twitter y utilizó la plataforma genérica estadounidense RocketHub.
La experiencia de Vórticex
Amparada por el éxito de estas iniciativas individuales, surgió la idea de Vórticex de crear una plataforma especializada en la financiación y colaboración colectiva para llevar a cabo proyectos de investigación y ciencia. Vórticex se gestó a lo largo de 2011 en un centro de investigación de la Comisión Europea. En esta institución coincidieron dos de sus fundadoras, Ana Fernández Zubieta, como investigadora, y Luz Rodrigo Martorell, como encargada de comunicación. La convocatoria de un concurso de ideas emprendedoras entre los investigadores de esta institución [‘Entrepreneurship curriculum 2011’ del Joint Research Centre-European Commission (JRC-EC)] sirvió como excusa para comenzar a dar forma al proyecto. El concurso incluía la asistencia a un seminario sobre emprendimiento, que les permitió que la idea cobrase forma con un plan de negocio. Una nueva convocatoria del Gobierno de Navarra (‘Beca Moderna Emprendedor 2011’) y su posterior consecución sirvió para seguir desarrollando el proyecto.
Entre agosto y octubre de 2012, Vórticex lanzó el proyecto piloto MotoStudent para probar la plataforma y la receptividad del crowdfunding en ciencia e investigación. El proyecto fue promovido por el equipo del UPNa Racing y estaba compuesto por estudiantes de distintas ingenierías de la Universidad Pública de Navarra. Tenía como objetivo la construcción de un prototipo de Moto3™ para participar en la competición internacional MotoStudent, un evento promovido por la Motor Engineering Foundation en el que varias universidades españolas y europeas proyectan y fabrican sus propios modelos. La competición tuvo lugar en el circuito MotorLand en Alcañiz (Teruel) el 13 y 14 de octubre de 2012. Este proyecto sirvió a los estudiantes como proyecto fin de carrera y les permitió poner en práctica los conocimientos adquiridos. Necesitaban 15.505 euros. Consiguieron, entre crowdfunding y colaboraciones, sacar adelante su proyecto. La misma experiencia se repitió con la competición FIRST Lego League: al mezclar el crowdfunding y otras aportaciones lograron celebrar el evento. Esto pone de manifiesto que la financiación colectiva puede servir para aumentar la visibilidad y conseguir financiación de otras fuentes.
La campaña Telangiectasia Hemorrágica Hereditaria (HHT) destaca, entre otros aspectos, por la cantidad recaudada y por el impacto mediático conseguido. La HHT es una enfermedad denominada como rara que causa el deterioro de las células vasculares y que provoca que los pacientes sufran lesiones o se desangren. El proyecto, lanzado por el laboratorio 109 del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), propone un estudio para encontrar productos farmacológicos que eviten el deterioro de las células vasculares y posteriormente, poder investigar la terapia celular que podría curar esta dolencia. Necesitan 37.000 euros para contratar al personal científico técnico capacitado para desarrollar la investigación. De momento han conseguido 8.036 euros, una cantidad considerable para proyectosde crowdfunding de ciencia, gracias a 122 mecenas.
Uno de los méritos de esta campaña lo constituye el esfuerzo por movilizar a sus bases, por medio de la Asociación HHT España. También han conseguido combinar distintos eventos on y offline para captar fondos, como mercadillos solidarios. Esta capacidad de movilización tanto de su promotora Luisa-María Botella Cubells y de la asociación ha conseguido lograr un gran impacto mediático. Destacan apariciones en radio, como la cadena Ser, y medios como Europa Press, Agencia EFE (EFE Ciencia), La Información, Nueva Tribuna, BBC, Telecinco, Terra y La Voz de Galicia. También cabe destacar que, por medio de la campaña de la HHT, Vórticex ha podido explorar la vía de colaboración entre el crowdfunding y la Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Entre los apoyos de esta campaña se encuentra el acuerdo firmado con la empresa Solmeglas, dedicada al suministro de material básico de laboratorio. Ademásde una rebaja en el precio de sus productos, Solmeglas realiza aportaciones equivalentes al 10 por ciento de lo adquirido por el laboratorio. El acuerdo pretende ser extensivo a otros proyectos similares y muestra cómo el crowdfunding puede aunarse con la RSC para sacar adelante proyectos.
El proyecto del banco de reserva genética para aves amenazadas sobresale por la capacidad para atraer a donantes de fuera de España. Aproximadamente un 30 por ciento de los mecenas son de países extranjeros, entre los que se encuentran Alemania, Argentina, Austria, Canada, Estados Unidos, Holanda, Italia y Japón. El proyecto, promovido por la Fundación Aquila, necesitaba adquirir un tanque de nitrógeno líquido con alarma que pudiera mantener y conservar el banco genético en ondiciones óptimas. Han conseguido recaudar el total necesario: 5.035 euros de 57 donantes.
Otros de los proyectos incluyen un estudio sobre hortícolas marginadas para luchar contra la malnutrición y un banco de grabaciones marinas en zonas protegidas.
El primero ha sido desarrollado por el grupo de Mejora Genética de Solanáceas (COMAV) de la Universidad Politécnica de Valencia. Pretende realizar un estudio sobre especies de cultivos hortícolas para mejorar la nutrición, la lucha contra enfermedades y el desarrollo en el África Subsahariana y en la región Andina.
El segundo ha sido promovido por la entidad Sub2B y pretende documentar visualmente los fondos y biodiversidad marina en entornos sensibles, mediante grabaciones submarinas que, tras su estudio y edición, son difundidas a través de su webs de acceso libre. Los datos obtenidos puestos a disposición de otras instituciones científicas y medioambientales.
Claves para el éxito del crowdfunding científico
Nuestra experiencia de un año haciendo crowdfunding para proyectos de ciencia e investigación nos permite entresacar algunas claves para desarrollar con éxito una campaña de crowdfunding. Un proyecto que conecte con el público por su temática ayuda a la hora de conseguir apoyos, pero tiene que estar acompañado de otros factores.
- La presentación del proyecto ha de ser atractiva. La claridad es el mejor método para conseguirlo. Tiene que ser comprensible por un lego en la materia. Esto no implica desvirtuar el contenido, pero sí requiere un esfuerzo para buscar la conexión entre la relevancia de la investigación y el interés del público más general.
- El material gráfico es fundamental para conseguir la comprensión, sensibilización y confianza de los mecenas. Las fotografías pueden ayudar a poner de relevancia el problema que se aborda y para presentar al equipo. Dentro del material gráfico, el vídeo es posiblemente una de las herramientas más eficaces para transmitir el mensaje y crear confianza. Muchos científicos pueden tener reticencias a la hora de enfrentarse a una cámara o editar contenido audiovisual. Sin embargo, hay que recordar que no es necesario un vídeo sofisticado para transmitir el mensaje. Ponerse frente a una cámara suele bastar para que los mecenas sepan quién está detrás de un proyecto.
- Las recompensas tienen que ser atractivas. Hay quienes pueden pensar que los proyectos ligados a la creación de un producto específico tienen una ventaja añadida a la hora de presentar sus recompensas. Es cierto que un proyecto que pretenda sacar adelante la grabación de un disco puede ofrecer el propio disco como recompensa y que ésta última es una recompensa muy atractiva. A este respecto, cabe destacar que mucha investigación está ligada a la publicación de libros que podrían ofrecerse como recompensas. No obstante, conviene recordar que la investigación y la ciencia tienen mucho que ofrecer con recompensas ligadas al conocimiento y su proceso de gestación; el conocimiento puede ser una gran retribución. Los proyectos de ciencia e investigación pueden ofrecer experiencias directas, como visitas guiadas, o conocimientos más aplicados, como consejos, guías de acción o cursos específicos.
- En último lugar, remarcar que el éxito de una campaña de crowdfunding no sólo depende de la elaboración de un proyecto atractivo y de subirlo a una plataforma. Es necesario hacer una labor de movilización con antelación a la puesta en marcha del proyecto y durante el desarrollo del mismo. Resulta fundamental que los círculos cercanos al proyecto, familiares, amigos, colegas afectados y las instituciones aledañas (por ejemplo, las universidades) colaboren en el lanzamiento. Es muy difícil movilizar las redes externas si no se han movilizado más cercanas pero, sobre todo, hay que convertir la campaña de crowdfunding en un experiencia. Tu proyecto necesita una historia y que otros crean en ella para hacerla realidad.
CLAVES PARA TENER ÉXITO EN UNA CAMPAÑA DE CROWDFUNDING
“Ponte en el lugar de tu mecenas y convierte tu campaña en una experiencia”
- Proyecto sencillo y atractivo: “Que lo entienda un lego en la materia”.
- Material gráfico, fotos y vídeo, imprescindible: “Ponte delante de la cámara: la gente quiere saber quién hay detrás de un proyecto”.
- Recompensas atractivas: “Imaginación e interactividad”.
- Moviliza tus redes on y offline: “Pon en marcha la bola de nieve y empuja”
Cuando presentes tu proyecto de crowdfunding, recuerda que tienes que convertirlo en una experiencia. La financiación colectiva se basa en la colaboración. Por ello, resulta fundamental que tu comunidad crea que lo que quieres conseguir va a suceder porque se hace a través de la acción colectiva. Para lograrlo los promotores tienen que comenzar pensando que tanto ellos como sus mecenas pueden hacer que suceda algo significativo. Tu proyecto necesita una historia y que otros crean en ella para hacerla realidad. Basta con pensar en el efecto ‘Yes, we can’ para inspirarse.
[1] Metroscopia Científicos y políticos: los polos extremos de la confianza ciudadana
[2] (FECYT, 2011) http://icono.fecyt.es/informesypublicaciones/Documents/Publicacion_PSC2010.pdf
[3] Ver especial sobre inversión en I+D
[4] http://abcnews.go.com/Politics/Vote2008/story?id=6397572&page=1
[5] The Crowdfunding Industry Report (2012 y 2013) http://www.crowdsourcing.org/research
[6] http://blog.echen.me/2011/04/25/kickstarter-data-analysis-success-and-pricing/
[7] http://articles.chicagotribune.com/1997-09-23/features/9709230071_1_music-fans-newsgroup-marillion
[8] http://www.theguardian.com/sheffield-doc-fest/funding-models-for-film-making
[9] http://mashable.com/2011/01/17/kickstarter-crowd-funding-infographic/
[10] http://es.cosmonautexperience.com/
[11] http://artsbeat.blogs.nytimes.com/2013/05/08/blue-note-to-partner-with-artistshare/?_r=0
[12] http://www.newscientist.com/article/dn20800-the-road-less-traveled.html#.UgDZl9LwmK0
[13] http://scifundchallenge.org/